La caries dental puede afectar al tracto gastrointestinal (GI) principalmente a través de dos mecanismos: por infecciones bacterianas y por mala nutrición asociada a enfermedades bucodentales.
- Infecciones bacterianas: Las caries están causadas por bacterias que también pueden afectar al tubo digestivo. Algunas de estas bacterias también pueden encontrarse en el estómago y los intestinos. Por ejemplo, el Streptococcus mutans, una de las principales bacterias causantes de la caries dental, también puede estar relacionado con el desarrollo de infecciones gastrointestinales. Las infecciones bacterianas del tubo digestivo pueden provocar diversos síntomas, como diarrea, estreñimiento, hinchazón abdominal e incluso afecciones inflamatorias.
- Nutrición y digestión: Una buena salud bucodental es importante para una digestión normal. La caries puede provocar dolor al masticar, lo que puede llevar a cambios en el comportamiento alimentario, como reducir la ingesta de alimentos, preferir alimentos blandos o tragar grandes trozos de comida sin masticar adecuadamente. Esto puede provocar una digestión deficiente, que a su vez puede causar problemas gastrointestinales, como una absorción inadecuada de nutrientes, estreñimiento o diarrea.
Así pues, la caries dental puede tener un impacto negativo en el tracto gastrointestinal, tanto directamente, a través de infecciones bacterianas, como indirectamente, a través de cambios en el comportamiento alimentario y el proceso digestivo. Por tanto, es importante prevenir la caries y mantener una buena salud bucodental para la salud general del organismo.