Un problema del que no se suele hablar en la sociedad.

Un problema que causa vergüenza, incluso delante de un médico.

Un problema que empeora la vida…

Es estreñimiento.

El estreñimiento crónico es actualmente un problema mundial, ya que afecta a una media del 16% de los adultos del mundo.

Estadísticamente, las mujeres son más propensas al estreñimiento.
La cuestión es que es más probable que las mujeres estén estresadas, psicológicamente incómodas (incapaces de ir al baño en otro lugar que no sea su casa), tomen laxantes y no quieran enfrentarse al problema por «delicadeza».

Esto agrava aún más el problema…

¿Cuál podría ser la razón?

  • Síndrome premenstrual

La acción de diversas hormonas en el marco del síndrome premenstrual puede contribuir a la flatulencia, la hinchazón y los trastornos fecales. Además, durante el síndrome premenstrual suelen aparecer trastornos alimentarios, como un aumento de los antojos de alimentos ricos en carbohidratos, como los dulces, lo que puede agravar el problema.

  • Afecciones posparto

No es infrecuente que se produzca estreñimiento durante el periodo posparto, por ejemplo debido a un espasmo del esfínter anal interno. Esta afección puede desarrollarse a causa de una crisis nerviosa.

  • Embarazo

El aumento de la producción de progesterona durante el embarazo puede hacer que los estimulantes del peristaltismo intestinal (gastrina, colecistoquinina, encefalinas) tengan un efecto más débil, mientras que el efecto de la hormona inhibidora de la motilidad puede aumentar.

Además, los cambios en la dieta y el uso de medicamentos también pueden provocar estreñimiento en las mujeres embarazadas. A veces, una mujer tiene que estar tumbada todo el tiempo y necesita al menos un mínimo de actividad física para defecar correctamente.

  • Periodo climatérico

Durante la menopausia no es infrecuente que las mujeres experimenten movimientos intestinales, incluido el estreñimiento, debido a los cambios en el sistema endocrino asociados con la entrada de la mujer en la menopausia.

¿Cómo puedes ayudar a tu cuerpo?

1. Agua

La regla más sencilla y banal, pero tan importante, es beber tu cuota diaria de agua limpia.

Para conocer tu cantidad de agua permitida: 30 ml multiplicados por 1 kg de peso corporal ideal calculado según el método Devine.

2. Nutrición

Añadir una cantidad óptima de fibra a la dieta, ya que la fibra dietética puede retener agua y no es digerida completamente por nuestros intestinos, esto ayudará a facilitar el acto de defecar.

Como fuente de fibra dietética, puedes consumir al menos 450-500 g de fruta fresca, verduras y cereales integrales al día.

3. 3. Actividad física

Haz ejercicios diarios para fortalecer el suelo pélvico y los músculos abdominales. Puede tratarse de respiración diafragmática, empujes abdominales, masajes, flexión y flexión del cuerpo.

4. glándula tiroides

Cuida tu equilibrio hormonal.

5. Estrés

Vigile su salud psicológica. Estrés, depresión, frustración: cuantos más factores de este tipo tenga en su vida, peor será su tránsito intestinal. ¿Por qué? Porque cualquier estrés provoca espasmos y tensiones musculares, y como sabemos nuestros intestinos son ese músculo.

Por supuesto, éstas no son todas las causas del estreñimiento, pero aunque empieces por el agua, ¡el resultado no tardará en llegar!

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